Tras dos salidas en las que pudimos recoger muestras de minerales en Artaun y Zerain, en esta
ocasión nos tocaba realizar una salida enteramente didáctica para conocer unos de los puntos
más relevantes de nuestro entorno desde el punto de vista geológico: el Flysh de Zumaia.
Mundialmente famoso por la identificación en él del límite KT, esa franja de sedimentos con
concentraciones anormalmente elevadas de iridio que supone una de las más claras evidencias
empíricas del impacto del meteorito que presuntamente acabó con los dinosaurios hace unos
65 millones de años.
En la zona de costa entre Zumaia y Deba no solo podemos encontrar el límite KT sino que
estamos ante un imponente libro geológico en el que ojos expertos como los de algunos de
nuestros compañeros geólogos pueden leer la historia de la Tierra a los largo de 50 millones de
años.
Una serie ininterrumpida de sedimentos depositados en el fondo del mar se elevó
verticalmente por el plegamiento pirenaico originando unas paredes verticales en las que de
derecha a izquierda mirando desde el mar podemos ver millones de años de historia de la
Tierra plasmados en los estratos allí presentes.
Estas y otras muchas cosas nos fueron comentando mientras recorríamos ese trato de la costa
vasca en una de las embarcaciones que desde hace no mucho permiten a cualquier visitante
contemplar desde el mar este espectáculo único. Lo malo es que el Cantábrico no suele ser
precisamente una balsa de aceite, y la marejada, normal en estos lares, puede poner en apuros
a los propensos al mareo. Sin embargo os aseguramos que el espectáculo del Flysh desde el
mar merece la pena a pesar de estos pequeños contratiempos.
Después del paseo en barco volvimos a tierra firme para comer y seguir con las explicaciones
que nuestros compañeros nos dieron para comprender mejor la historia de la Tierra reflejada
con precisión en este trozo de la costa vasca.